viernes, 22 de febrero de 2008

SEXUALIDAD Y DISCAPACIDAD: DE ESO NO SE HABLA

Los hombres y mujeres de nuestra sociedad que tienen algún tipo de discapacidad física o mental son pensados como hombres y mujeres no sexuales simplemente porque el sexo generalmente está asociado con verse bien y ser atractivo, “olvidando que a los ojos del otro los parámetros de atracción son tan variables como seres humanos hay en el planeta” dice la doctora Beatriz Literat, ginecóloga y especialista en sexualidad.

Además se tiende a olvidar una parte importante del sexo como son las caricias, la afectuosidad y las emociones. La sexualidad es otra forma de estar en el mundo. La sexualidad es parte natural de la vida humana y como tal, las personas con algún tipo de discapacidad son seres sexuales y tienen una vida sexual activa.

“¿Quién dijo que el disparador del afecto y la atracción personal pasan solamente por el físico?” continúa Literat, “si así fuera, la posibilidad de formar pareja basada solo en lo estético, sin tener en cuenta el interior del ser seria algo así como un espejismo y como tal, fugaz.”

Los mitos y prejuicios en torno a este tema mantienen a la población discapacitada fuera de un mundo que también les pertenece ya que la sexualidad es algo inherente al ser humano, y confina su sexualidad a las cuatro paredes de su habitación.
“Cualquier persona es sexuada y sexual desde su nacimiento.


Si su salud general es buena y si no está afectada por factores secundarios como Diabetes, Hipertensión, Hipotiroidismo o Alcoholismo, no tiene por qué estar disminuída su libido. Sería lo mismo que preguntar si el apetito está afectado como consecuencia de una discapacidad, o la función respiratoria, por ejemplo”, sostiene la Dra. Literat, del Departamento de Disfunciones Sexuales de Halitus Instituto Médico.

¿Qué es discapacidad?
El término "discapacidad" significa una deficiencia física, mental o sensorial, ya sea de naturaleza permanente o temporal, que limita la capacidad de ejercer una o más actividades esenciales de la vida diaria, que puede ser causada o agravada por el entorno económico y social dice la Convención Interamericana para la eliminación de todas las formas de discriminación contra las personas con discapacidad.

“La palabra Discapacidad va a tener que ser reemplazada con el tiempo por el nombre propio del problema. Así la pregunta sería: ¿las personas que padecen de disminución auditiva pueden, por su sordera tener alguna disfunción sexual? ¿Y los ciegos? ¿Y las personas con la enfermedad de Alzheimer? ¿Y las personas parapléjicas? ¿Y los que tienen Síndrome de Down? ¿Y las personas con trastorno obsesivo compulsivo o con esquizofrenia?
Entonces tendremos que comenzar a hablar acerca de cada una de estas enfermedades para comprender en qué aspecto, desde lo biológico, puede estar alterada la función sexual o no” dice la Dra. Literat, y continúa “No nos olvidemos que en un sentido amplio, todos padecemos ciertas incapacidades que nos limitan en el mundo y las Disfunciones Sexuales pueden ser padecidas por personas aparentemente muy sanas y normales”.


Existen factores ya sea relacionados con la discapacidad o incluso con el fenómeno social de la discapacidad, que pueden influir en el camino de una sexualidad satisfactoria.
“Dependiendo del tipo de discapacidad que se presente pueden aparecer diferentes problemas sexuales según el aspecto que ésta comprometa ya sean hormonales, vasculares, neurológicos o psíquicos, todos intervinientes en la normal respuesta sexual. Muchas veces son los medicamentos que se prescriben los que más afectan la sexualidad y no la patología en sí misma”, sostiene la Dra. Literat.


El rol de la autoestima
Pero además, el sentimiento de que "uno no es normal" tiene influencia en la autoestima pero más aún cuando el entorno tiende a discriminar y a remarcar que "no sos normal" por diferentes razones. Esta discriminación es absolutamente devastadora.

Es importante que las personas con algún tipo de discapacidad logren entender que no por tener esa dificultad son menos atractivos y que siempre hay recursos para lograr una vida sexual placentera. “Cuando hablamos de Discapacidad aparece en la mente la frase "entonces no puede..." ¿Y sabremos realmente hasta qué punto y cómo funciona la intimidad de personas que desconocemos? ¿Cómo sabemos que no puede? Si el entorno te mira diciéndote que no podés, tu autoestima cae al piso, se genera una impotencia reactiva y paralizante. No recibís estímulo ni aliento de ninguna clase y esto lleva a la anulación de las endorfinas y a un aumento del estrés.
En ese momento ya no podés de verdad, entonces los demás dicen ¿viste que no puede?”, explica la especialista.
Es importante que las personas con discapacidad desarrollen todas las áreas de su sexualidad y que aprendan a explorar todas las zonas erógenas que puedan estimularlos. Las barreras para obtener la atención médica correspondiente o en el acceso a la salud reproductiva son otra forma de discapacitar.

“Así, una persona discapacitada puede aspirar a una sexualidad plena sin duda, sobre todo si las personas que la rodean y ella misma no se boicotean por diferentes motivos, entre ellos por prejuicio. Todas las personas que están informadas acerca de la sexualidad propia y de la pareja pueden llegar a tener una "sexualidad a la medida" de sus posibilidades y esta puede ser perfectamente satisfactoria para ellos. Una "sexualidad a medida" significa lo mismo que una dieta o un programa de actividad física o un trabajo a la medida de las necesidades o posibilidades de cada persona. Tenemos el concepto absolutista del modelo único así como tenemos el concepto absolutista de que lo normal es ser de determinada manera; esto no debe ser así, de hecho no lo es.”, expresa la Dra. Literat.

Como en todos los casos, la información juega un rol fundamental a la hora de pensar en una sexualidad plena, con o sin discapacidad. Pero en casos de que exista algún tipo de discapacidad, la mejor manera de ayudarlos es eliminando el prejuicio “que nace del miedo y del desconocimiento, recurriendo al especialista para adquirir información y educación orientada a una sexualidad responsable”, expresa la sexóloga. Hacerlos partícipes de toda la vida social y tenerlos en cuenta como seres sexuales es el primer paso para la integración y para acercar a las personas con alguna discapacidad a una vida más plena.
Fuente: Sentir y Pensar

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