viernes, 22 de febrero de 2008

SEXUALIDAD Y DISCAPACIDAD: DE ESO NO SE HABLA

Los hombres y mujeres de nuestra sociedad que tienen algún tipo de discapacidad física o mental son pensados como hombres y mujeres no sexuales simplemente porque el sexo generalmente está asociado con verse bien y ser atractivo, “olvidando que a los ojos del otro los parámetros de atracción son tan variables como seres humanos hay en el planeta” dice la doctora Beatriz Literat, ginecóloga y especialista en sexualidad.

Además se tiende a olvidar una parte importante del sexo como son las caricias, la afectuosidad y las emociones. La sexualidad es otra forma de estar en el mundo. La sexualidad es parte natural de la vida humana y como tal, las personas con algún tipo de discapacidad son seres sexuales y tienen una vida sexual activa.

“¿Quién dijo que el disparador del afecto y la atracción personal pasan solamente por el físico?” continúa Literat, “si así fuera, la posibilidad de formar pareja basada solo en lo estético, sin tener en cuenta el interior del ser seria algo así como un espejismo y como tal, fugaz.”

Los mitos y prejuicios en torno a este tema mantienen a la población discapacitada fuera de un mundo que también les pertenece ya que la sexualidad es algo inherente al ser humano, y confina su sexualidad a las cuatro paredes de su habitación.
“Cualquier persona es sexuada y sexual desde su nacimiento.


Si su salud general es buena y si no está afectada por factores secundarios como Diabetes, Hipertensión, Hipotiroidismo o Alcoholismo, no tiene por qué estar disminuída su libido. Sería lo mismo que preguntar si el apetito está afectado como consecuencia de una discapacidad, o la función respiratoria, por ejemplo”, sostiene la Dra. Literat, del Departamento de Disfunciones Sexuales de Halitus Instituto Médico.

¿Qué es discapacidad?
El término "discapacidad" significa una deficiencia física, mental o sensorial, ya sea de naturaleza permanente o temporal, que limita la capacidad de ejercer una o más actividades esenciales de la vida diaria, que puede ser causada o agravada por el entorno económico y social dice la Convención Interamericana para la eliminación de todas las formas de discriminación contra las personas con discapacidad.

“La palabra Discapacidad va a tener que ser reemplazada con el tiempo por el nombre propio del problema. Así la pregunta sería: ¿las personas que padecen de disminución auditiva pueden, por su sordera tener alguna disfunción sexual? ¿Y los ciegos? ¿Y las personas con la enfermedad de Alzheimer? ¿Y las personas parapléjicas? ¿Y los que tienen Síndrome de Down? ¿Y las personas con trastorno obsesivo compulsivo o con esquizofrenia?
Entonces tendremos que comenzar a hablar acerca de cada una de estas enfermedades para comprender en qué aspecto, desde lo biológico, puede estar alterada la función sexual o no” dice la Dra. Literat, y continúa “No nos olvidemos que en un sentido amplio, todos padecemos ciertas incapacidades que nos limitan en el mundo y las Disfunciones Sexuales pueden ser padecidas por personas aparentemente muy sanas y normales”.


Existen factores ya sea relacionados con la discapacidad o incluso con el fenómeno social de la discapacidad, que pueden influir en el camino de una sexualidad satisfactoria.
“Dependiendo del tipo de discapacidad que se presente pueden aparecer diferentes problemas sexuales según el aspecto que ésta comprometa ya sean hormonales, vasculares, neurológicos o psíquicos, todos intervinientes en la normal respuesta sexual. Muchas veces son los medicamentos que se prescriben los que más afectan la sexualidad y no la patología en sí misma”, sostiene la Dra. Literat.


El rol de la autoestima
Pero además, el sentimiento de que "uno no es normal" tiene influencia en la autoestima pero más aún cuando el entorno tiende a discriminar y a remarcar que "no sos normal" por diferentes razones. Esta discriminación es absolutamente devastadora.

Es importante que las personas con algún tipo de discapacidad logren entender que no por tener esa dificultad son menos atractivos y que siempre hay recursos para lograr una vida sexual placentera. “Cuando hablamos de Discapacidad aparece en la mente la frase "entonces no puede..." ¿Y sabremos realmente hasta qué punto y cómo funciona la intimidad de personas que desconocemos? ¿Cómo sabemos que no puede? Si el entorno te mira diciéndote que no podés, tu autoestima cae al piso, se genera una impotencia reactiva y paralizante. No recibís estímulo ni aliento de ninguna clase y esto lleva a la anulación de las endorfinas y a un aumento del estrés.
En ese momento ya no podés de verdad, entonces los demás dicen ¿viste que no puede?”, explica la especialista.
Es importante que las personas con discapacidad desarrollen todas las áreas de su sexualidad y que aprendan a explorar todas las zonas erógenas que puedan estimularlos. Las barreras para obtener la atención médica correspondiente o en el acceso a la salud reproductiva son otra forma de discapacitar.

“Así, una persona discapacitada puede aspirar a una sexualidad plena sin duda, sobre todo si las personas que la rodean y ella misma no se boicotean por diferentes motivos, entre ellos por prejuicio. Todas las personas que están informadas acerca de la sexualidad propia y de la pareja pueden llegar a tener una "sexualidad a la medida" de sus posibilidades y esta puede ser perfectamente satisfactoria para ellos. Una "sexualidad a medida" significa lo mismo que una dieta o un programa de actividad física o un trabajo a la medida de las necesidades o posibilidades de cada persona. Tenemos el concepto absolutista del modelo único así como tenemos el concepto absolutista de que lo normal es ser de determinada manera; esto no debe ser así, de hecho no lo es.”, expresa la Dra. Literat.

Como en todos los casos, la información juega un rol fundamental a la hora de pensar en una sexualidad plena, con o sin discapacidad. Pero en casos de que exista algún tipo de discapacidad, la mejor manera de ayudarlos es eliminando el prejuicio “que nace del miedo y del desconocimiento, recurriendo al especialista para adquirir información y educación orientada a una sexualidad responsable”, expresa la sexóloga. Hacerlos partícipes de toda la vida social y tenerlos en cuenta como seres sexuales es el primer paso para la integración y para acercar a las personas con alguna discapacidad a una vida más plena.
Fuente: Sentir y Pensar

SEXUALIDAD Y DISCAPACIDAD: DE ESO NO SE HABLA

Los hombres y mujeres de nuestra sociedad que tienen algún tipo de discapacidad física o mental son pensados como hombres y mujeres no sexuales simplemente porque el sexo generalmente está asociado con verse bien y ser atractivo, “olvidando que a los ojos del otro los parámetros de atracción son tan variables como seres humanos hay en el planeta” dice la doctora Beatriz Literat, ginecóloga y especialista en sexualidad.

Además se tiende a olvidar una parte importante del sexo como son las caricias, la afectuosidad y las emociones. La sexualidad es otra forma de estar en el mundo. La sexualidad es parte natural de la vida humana y como tal, las personas con algún tipo de discapacidad son seres sexuales y tienen una vida sexual activa.

“¿Quién dijo que el disparador del afecto y la atracción personal pasan solamente por el físico?” continúa Literat, “si así fuera, la posibilidad de formar pareja basada solo en lo estético, sin tener en cuenta el interior del ser seria algo así como un espejismo y como tal, fugaz.”

Los mitos y prejuicios en torno a este tema mantienen a la población discapacitada fuera de un mundo que también les pertenece ya que la sexualidad es algo inherente al ser humano, y confina su sexualidad a las cuatro paredes de su habitación.
“Cualquier persona es sexuada y sexual desde su nacimiento.


Si su salud general es buena y si no está afectada por factores secundarios como Diabetes, Hipertensión, Hipotiroidismo o Alcoholismo, no tiene por qué estar disminuída su libido. Sería lo mismo que preguntar si el apetito está afectado como consecuencia de una discapacidad, o la función respiratoria, por ejemplo”, sostiene la Dra. Literat, del Departamento de Disfunciones Sexuales de Halitus Instituto Médico.

¿Qué es discapacidad?
El término "discapacidad" significa una deficiencia física, mental o sensorial, ya sea de naturaleza permanente o temporal, que limita la capacidad de ejercer una o más actividades esenciales de la vida diaria, que puede ser causada o agravada por el entorno económico y social dice la Convención Interamericana para la eliminación de todas las formas de discriminación contra las personas con discapacidad.

“La palabra Discapacidad va a tener que ser reemplazada con el tiempo por el nombre propio del problema. Así la pregunta sería: ¿las personas que padecen de disminución auditiva pueden, por su sordera tener alguna disfunción sexual? ¿Y los ciegos? ¿Y las personas con la enfermedad de Alzheimer? ¿Y las personas parapléjicas? ¿Y los que tienen Síndrome de Down? ¿Y las personas con trastorno obsesivo compulsivo o con esquizofrenia?
Entonces tendremos que comenzar a hablar acerca de cada una de estas enfermedades para comprender en qué aspecto, desde lo biológico, puede estar alterada la función sexual o no” dice la Dra. Literat, y continúa “No nos olvidemos que en un sentido amplio, todos padecemos ciertas incapacidades que nos limitan en el mundo y las Disfunciones Sexuales pueden ser padecidas por personas aparentemente muy sanas y normales”.


Existen factores ya sea relacionados con la discapacidad o incluso con el fenómeno social de la discapacidad, que pueden influir en el camino de una sexualidad satisfactoria.
“Dependiendo del tipo de discapacidad que se presente pueden aparecer diferentes problemas sexuales según el aspecto que ésta comprometa ya sean hormonales, vasculares, neurológicos o psíquicos, todos intervinientes en la normal respuesta sexual. Muchas veces son los medicamentos que se prescriben los que más afectan la sexualidad y no la patología en sí misma”, sostiene la Dra. Literat.


El rol de la autoestima
Pero además, el sentimiento de que "uno no es normal" tiene influencia en la autoestima pero más aún cuando el entorno tiende a discriminar y a remarcar que "no sos normal" por diferentes razones. Esta discriminación es absolutamente devastadora.

Es importante que las personas con algún tipo de discapacidad logren entender que no por tener esa dificultad son menos atractivos y que siempre hay recursos para lograr una vida sexual placentera. “Cuando hablamos de Discapacidad aparece en la mente la frase "entonces no puede..." ¿Y sabremos realmente hasta qué punto y cómo funciona la intimidad de personas que desconocemos? ¿Cómo sabemos que no puede? Si el entorno te mira diciéndote que no podés, tu autoestima cae al piso, se genera una impotencia reactiva y paralizante. No recibís estímulo ni aliento de ninguna clase y esto lleva a la anulación de las endorfinas y a un aumento del estrés.
En ese momento ya no podés de verdad, entonces los demás dicen ¿viste que no puede?”, explica la especialista.
Es importante que las personas con discapacidad desarrollen todas las áreas de su sexualidad y que aprendan a explorar todas las zonas erógenas que puedan estimularlos. Las barreras para obtener la atención médica correspondiente o en el acceso a la salud reproductiva son otra forma de discapacitar.

“Así, una persona discapacitada puede aspirar a una sexualidad plena sin duda, sobre todo si las personas que la rodean y ella misma no se boicotean por diferentes motivos, entre ellos por prejuicio. Todas las personas que están informadas acerca de la sexualidad propia y de la pareja pueden llegar a tener una "sexualidad a la medida" de sus posibilidades y esta puede ser perfectamente satisfactoria para ellos. Una "sexualidad a medida" significa lo mismo que una dieta o un programa de actividad física o un trabajo a la medida de las necesidades o posibilidades de cada persona. Tenemos el concepto absolutista del modelo único así como tenemos el concepto absolutista de que lo normal es ser de determinada manera; esto no debe ser así, de hecho no lo es.”, expresa la Dra. Literat.

Como en todos los casos, la información juega un rol fundamental a la hora de pensar en una sexualidad plena, con o sin discapacidad. Pero en casos de que exista algún tipo de discapacidad, la mejor manera de ayudarlos es eliminando el prejuicio “que nace del miedo y del desconocimiento, recurriendo al especialista para adquirir información y educación orientada a una sexualidad responsable”, expresa la sexóloga. Hacerlos partícipes de toda la vida social y tenerlos en cuenta como seres sexuales es el primer paso para la integración y para acercar a las personas con alguna discapacidad a una vida más plena.
Fuente: Sentir y Pensar

sábado, 9 de febrero de 2008

La sexualidad en las personas discapacitadas


Un tema tabú y poco abordado por la sociedad, pero que afecta a casi el diez por ciento de la población. Si usted posee alguna discapacidad, tiene algún familiar con esta característica, o simplemente desea conocer más sobre el tema, no deje de leer el siguiente artículo.

Solicitamos a Esther Sánchez Raja, profesora de Sexualidad Humana y Sexualidad y Discapacidad, colaboradora en diferentes postgrados y asidua conferenciante invitada en Congresos de Sexualidad que nos introduzca en el campo de
“ la Sexualidad de personas con necesidades físicas especiales” expresión utilizada por esta profesional para definir este tema.


Para la sociedad en general, el sexo siempre se ha considerado un tema tabú, a menos que, por supuesto, usted sea un cómico de teatro o televisión. Pareciera que la información precisa sobre todos los aspectos de la sexualidad debiera ser que algo uno debe guardar bajo llave, y que cualquier pregunta sobre ello, debe ser hecha entre susurros.
El asunto de la sexualidad incomoda a las personas, y las consideraciones morales y religiosas eclipsan a menudo la posibilidad de proporcionar una información exacta y accesible. Ahora bien, agréguele a todo esto los prejuicios propios sobre las discapacidades, y tendrá un panorama de lo complejo que es para estas personas –que representan de un 7 a un 10 por ciento de la población- obtener información por sí mismos.


La importancia de la información
Las personas generalmente suelen aprender varios aspectos de su sexualidad hablando con sus padres, asistiendo a programas de educación sexual en la escuela, y entre sus amigos (no necesariamente en ese orden). La exactitud y la profundidad de la información, depende en gran medida del conocimiento, la experiencia, y el nivel de confianza de la persona que se la está transmitiendo. No debería ser esto muy diferente para la gente con discapacidades. Sin embargo, mucho del material informativo disponible es demasiado “general”, y raramente menciona las cuestiones específicas que pueden ser necesarias, por ejemplo, para una persona con necesidades físicas especiales.
Por su parte, son muy pocos los padres y amigos que tienen la experiencia o el conocimiento necesario para brindar consejos o datos sobre el tema.
Desafortunadamente, abundan los ridículos mitos sobre el sexo de personas con algún tipo de discapacidad. Una idea es que los discapacitados no están interesados en el sexo, o que no son capaces de realizarlo. En el otro extremo, se ve a los discapacitados como gente excesivamente interesada en el sexo y con un comportamiento sexual sin inhibiciones.
Pero la información exacta, y libre de opiniones estereotipadas, debería estar disponible para cada persona con algún tipo de invalidez, para que puedan desarrollar una vida sexual sana. Esto es fundamental también para que la gente que ha quedado discapacitada de por vida, pueda recuperar el sentido de su propia identidad sexual.
La aplicación de esta información para la protección de la salud, también es un componente crítico en la sexualidad de discapacitados, ya que la gente con necesidades físicas especiales es a menudo más vulnerable al abuso sexual, y la información para la prevención debería ser fácilmente accesible.
Permitir que el mito asuma el control razón, podría también significar la exposición a las enfermedades de transmisión sexual, incluyendo algunas mortales como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
El acceso a los materiales de información es, por lo tanto, muy importante tanto para los discapacitados como para sus familias, sus profesores, sus médicos, y demás personas que puedan proporcionarle información. Hay demasiado en juego como para depender de la información falsa o errónea en éste área.
Areas para considerar
Además de proporcionar información para el desarrollo de la sexualidad individual, y para prevenir las enfermedades y el abuso, existen otras áreas básicas de la sexualidad a considerar. Esto tiene que ver con la salud, el comportamiento sexual apropiado, la reproducción y el embarazo.
La salud. A través de la vida, hay necesidad de obtener un gran número de informaciones relativas a la salud. Para la mayoría de la gente, la identificación con el género se aprende durante los primeros años, y es seguida generalmente por una comprensión de los cambios del cuerpo (crecimiento del bello púbico, desarrollo del pecho, etc.).
Mientras que los materiales tradicionales para la educación sexual pueden ser apropiados para la mayoría de la gente con discapacidades, para muchos otros es necesaria una información más específica. El individuo con debilidades cognitivas puede necesitar materiales que se presenten con abundantes fotografías y un vocabulario limitado. Sexuality Education for Persons with Severe Developmental Disabilities de Brekke (1988), es un muy buen libro en inglés para asistir a los discapacitados motrices en el manejo de su sexualidad. Algunos individuos también pueden verse afectados por limitaciones de la movilidad, o fatigarse fácilmente. Libros como Reproductive Issues for Persons with Physical Disabilities Haseltine, Cole, and Gray (Eds.). (1993). pueden asistir a estas personas en esta materia.
Otros se ven afectados por una discapacidad sensorial como es el caso de las personas con discapacidad visual para ellos ha sido diseñada la primera “Guía de Educación Afectivo Sexual para personas con discapacidad visual” Ed. Universidad de Barcelona (2005 castellano, 2007 catalán), adaptada a todos los formatos de la ONCE
El comportamiento sexual apropiado. Con los estándares sociales de hoy en día, es difícil saber cuál es comportamiento sexual apropiado, ya que la línea entre lo aceptable y lo inaceptable es muy fina e imprecisa, y es por lo tanto igualmente difícil determinarse cómo y que se va a enseñar en este área. Quienes busquen información sobre el tema, deben tener muy en claro sus convicciones morales y religiosas antes de comenzar su investigación.
Pero por más difícil que sea, es altamente necesario hablar de la sexualidad con los discapacitados, y que ambas partes puedan sentirse cómodas preguntando y respondiendo. De esta forma, se pueden barrer una gran cantidad de prejuicios al respecto, tanto de un lado como del otro. En ningún caso es fácil para la personas hablar de la actividad sexual pero siempre es necesario. Además de la importancia de brindar una información clara sobre las prácticas sexuales seguras para la gente con debilidades cognitivas, puede ser necesario aportar instrucciones sobre las posiciones sexuales referente a las debilidades musculares u otras limitaciones de movilidad en los discapacitados. En Dalrymple, Gray, and Ruble (1991) se señala, por ejemplo, que la masturbación puede “aliviar la presión y la tensión sexual” de los autistas (pág. 12), y se brindan consejos sobre la forma y el lugar apropiados para que estas personas la realicen. Para maximizar las opciones de las personas con discapacidades, y de sus parejas si es apropiado, se debe entregar una información con el menor juicio personal que sea posible.
Si está intentando asistir aun discapacitado en esta área, debe primero prestar una especial atención a las leyes jurídicas. Por ejemplo, está prohibido exponer partes privadas en público y no respetar la privacidad de la gente. Incluso, hablar del tema sexual es un tema con implicaciones legales. Tener una información clara en éste punto, puede eliminar problemas legales en un futuro


Reproducción y embarazo. Las mujeres con discapacidades son, primero y principal, mujeres, y muchas de ellas desean tener hijos, al igual que muchos hombres. Aunque a menudo existen más complicaciones cuando es la mujer la que tiene la discapacidad, la decisión de tener un hijo nunca es fácil para ambos miembros de la pareja. Si la discapacidad es hereditaria, se puede utilizar la asistencia genética.
Las mujeres que contemplan un embarazo, deben incluir en su agenda una asistencia médica apropiada, el impacto del embarazo en el cuerpo, las precauciones en el momento del parto, y el cuidado para el hijo después del nacimiento. Aunque una discapacidad física, por ejemplo, no altera la capacidad para que la mayoría de las mujeres cumplan con los requisitos enumerados arriba, la discapacidad es un tema de mucha inquietud para las mujeres embarazada. Mucho de su éxito en esta materia, dependerá de la información que reciban para asistirse con su embarazo y el período de posparto. Rogers y Matsumura (1991), por ejemplo, proporcionan una excelente guía para las mujeres con discapacidades, con el método de preguntas-respuestas.
El derecho a la sexualidad.
La gente con discapacidad tiene todo el derecho a ejercer su sexualidad, pero la aceptación, más que de la sociedad en general, debe provenir de ellos mismos. Una discapacidad no altera sus derechos como individuos con vida sexual activa. Esto también incluye el derecho a casarse, a ser padres, a cuidar a sus hijos, y a tener acceso a una información precisa que les permitirá tomar las decisiones apropiadas.

La sexualidad en las personas discapacitadas


Un tema tabú y poco abordado por la sociedad, pero que afecta a casi el diez por ciento de la población. Si usted posee alguna discapacidad, tiene algún familiar con esta característica, o simplemente desea conocer más sobre el tema, no deje de leer el siguiente artículo.

Solicitamos a Esther Sánchez Raja, profesora de Sexualidad Humana y Sexualidad y Discapacidad, colaboradora en diferentes postgrados y asidua conferenciante invitada en Congresos de Sexualidad que nos introduzca en el campo de
“ la Sexualidad de personas con necesidades físicas especiales” expresión utilizada por esta profesional para definir este tema.


Para la sociedad en general, el sexo siempre se ha considerado un tema tabú, a menos que, por supuesto, usted sea un cómico de teatro o televisión. Pareciera que la información precisa sobre todos los aspectos de la sexualidad debiera ser que algo uno debe guardar bajo llave, y que cualquier pregunta sobre ello, debe ser hecha entre susurros.
El asunto de la sexualidad incomoda a las personas, y las consideraciones morales y religiosas eclipsan a menudo la posibilidad de proporcionar una información exacta y accesible. Ahora bien, agréguele a todo esto los prejuicios propios sobre las discapacidades, y tendrá un panorama de lo complejo que es para estas personas –que representan de un 7 a un 10 por ciento de la población- obtener información por sí mismos.


La importancia de la información
Las personas generalmente suelen aprender varios aspectos de su sexualidad hablando con sus padres, asistiendo a programas de educación sexual en la escuela, y entre sus amigos (no necesariamente en ese orden). La exactitud y la profundidad de la información, depende en gran medida del conocimiento, la experiencia, y el nivel de confianza de la persona que se la está transmitiendo. No debería ser esto muy diferente para la gente con discapacidades. Sin embargo, mucho del material informativo disponible es demasiado “general”, y raramente menciona las cuestiones específicas que pueden ser necesarias, por ejemplo, para una persona con necesidades físicas especiales.
Por su parte, son muy pocos los padres y amigos que tienen la experiencia o el conocimiento necesario para brindar consejos o datos sobre el tema.
Desafortunadamente, abundan los ridículos mitos sobre el sexo de personas con algún tipo de discapacidad. Una idea es que los discapacitados no están interesados en el sexo, o que no son capaces de realizarlo. En el otro extremo, se ve a los discapacitados como gente excesivamente interesada en el sexo y con un comportamiento sexual sin inhibiciones.
Pero la información exacta, y libre de opiniones estereotipadas, debería estar disponible para cada persona con algún tipo de invalidez, para que puedan desarrollar una vida sexual sana. Esto es fundamental también para que la gente que ha quedado discapacitada de por vida, pueda recuperar el sentido de su propia identidad sexual.
La aplicación de esta información para la protección de la salud, también es un componente crítico en la sexualidad de discapacitados, ya que la gente con necesidades físicas especiales es a menudo más vulnerable al abuso sexual, y la información para la prevención debería ser fácilmente accesible.
Permitir que el mito asuma el control razón, podría también significar la exposición a las enfermedades de transmisión sexual, incluyendo algunas mortales como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
El acceso a los materiales de información es, por lo tanto, muy importante tanto para los discapacitados como para sus familias, sus profesores, sus médicos, y demás personas que puedan proporcionarle información. Hay demasiado en juego como para depender de la información falsa o errónea en éste área.
Areas para considerar
Además de proporcionar información para el desarrollo de la sexualidad individual, y para prevenir las enfermedades y el abuso, existen otras áreas básicas de la sexualidad a considerar. Esto tiene que ver con la salud, el comportamiento sexual apropiado, la reproducción y el embarazo.
La salud. A través de la vida, hay necesidad de obtener un gran número de informaciones relativas a la salud. Para la mayoría de la gente, la identificación con el género se aprende durante los primeros años, y es seguida generalmente por una comprensión de los cambios del cuerpo (crecimiento del bello púbico, desarrollo del pecho, etc.).
Mientras que los materiales tradicionales para la educación sexual pueden ser apropiados para la mayoría de la gente con discapacidades, para muchos otros es necesaria una información más específica. El individuo con debilidades cognitivas puede necesitar materiales que se presenten con abundantes fotografías y un vocabulario limitado. Sexuality Education for Persons with Severe Developmental Disabilities de Brekke (1988), es un muy buen libro en inglés para asistir a los discapacitados motrices en el manejo de su sexualidad. Algunos individuos también pueden verse afectados por limitaciones de la movilidad, o fatigarse fácilmente. Libros como Reproductive Issues for Persons with Physical Disabilities Haseltine, Cole, and Gray (Eds.). (1993). pueden asistir a estas personas en esta materia.
Otros se ven afectados por una discapacidad sensorial como es el caso de las personas con discapacidad visual para ellos ha sido diseñada la primera “Guía de Educación Afectivo Sexual para personas con discapacidad visual” Ed. Universidad de Barcelona (2005 castellano, 2007 catalán), adaptada a todos los formatos de la ONCE
El comportamiento sexual apropiado. Con los estándares sociales de hoy en día, es difícil saber cuál es comportamiento sexual apropiado, ya que la línea entre lo aceptable y lo inaceptable es muy fina e imprecisa, y es por lo tanto igualmente difícil determinarse cómo y que se va a enseñar en este área. Quienes busquen información sobre el tema, deben tener muy en claro sus convicciones morales y religiosas antes de comenzar su investigación.
Pero por más difícil que sea, es altamente necesario hablar de la sexualidad con los discapacitados, y que ambas partes puedan sentirse cómodas preguntando y respondiendo. De esta forma, se pueden barrer una gran cantidad de prejuicios al respecto, tanto de un lado como del otro. En ningún caso es fácil para la personas hablar de la actividad sexual pero siempre es necesario. Además de la importancia de brindar una información clara sobre las prácticas sexuales seguras para la gente con debilidades cognitivas, puede ser necesario aportar instrucciones sobre las posiciones sexuales referente a las debilidades musculares u otras limitaciones de movilidad en los discapacitados. En Dalrymple, Gray, and Ruble (1991) se señala, por ejemplo, que la masturbación puede “aliviar la presión y la tensión sexual” de los autistas (pág. 12), y se brindan consejos sobre la forma y el lugar apropiados para que estas personas la realicen. Para maximizar las opciones de las personas con discapacidades, y de sus parejas si es apropiado, se debe entregar una información con el menor juicio personal que sea posible.
Si está intentando asistir aun discapacitado en esta área, debe primero prestar una especial atención a las leyes jurídicas. Por ejemplo, está prohibido exponer partes privadas en público y no respetar la privacidad de la gente. Incluso, hablar del tema sexual es un tema con implicaciones legales. Tener una información clara en éste punto, puede eliminar problemas legales en un futuro


Reproducción y embarazo. Las mujeres con discapacidades son, primero y principal, mujeres, y muchas de ellas desean tener hijos, al igual que muchos hombres. Aunque a menudo existen más complicaciones cuando es la mujer la que tiene la discapacidad, la decisión de tener un hijo nunca es fácil para ambos miembros de la pareja. Si la discapacidad es hereditaria, se puede utilizar la asistencia genética.
Las mujeres que contemplan un embarazo, deben incluir en su agenda una asistencia médica apropiada, el impacto del embarazo en el cuerpo, las precauciones en el momento del parto, y el cuidado para el hijo después del nacimiento. Aunque una discapacidad física, por ejemplo, no altera la capacidad para que la mayoría de las mujeres cumplan con los requisitos enumerados arriba, la discapacidad es un tema de mucha inquietud para las mujeres embarazada. Mucho de su éxito en esta materia, dependerá de la información que reciban para asistirse con su embarazo y el período de posparto. Rogers y Matsumura (1991), por ejemplo, proporcionan una excelente guía para las mujeres con discapacidades, con el método de preguntas-respuestas.
El derecho a la sexualidad.
La gente con discapacidad tiene todo el derecho a ejercer su sexualidad, pero la aceptación, más que de la sociedad en general, debe provenir de ellos mismos. Una discapacidad no altera sus derechos como individuos con vida sexual activa. Esto también incluye el derecho a casarse, a ser padres, a cuidar a sus hijos, y a tener acceso a una información precisa que les permitirá tomar las decisiones apropiadas.

domingo, 3 de febrero de 2008

Mitos y derechos sobre la sexualidad en personas con necesidades físicas especiales


La sexualidad en general, entendida durante mucho tiempo y aún hoy por parte de la sociedad como oscura, vergonzante y pecaminosa, ha sido fuente de muchísimos mitos que en nada han ayudado al conocimiento del sexo.

Pero si muchos son los mitos que envuelven la sexualidad, el número aumenta cuando hablamos del sexo alejado de lo considerado “normal”. Según el estándar social, el sexo “normal” debe ser practicado por un hombre y una mujer jóvenes, heterosexuales y sin ninguna limitación física o psíquica.

Por supuesto el sexo “normal” es aquel en el que se practica un coito y concluye con el orgasmo. Partiendo de estas ideas, tendríamos que suponer que los niños no tienen sexualidad, que las conductas homosexuales no son normales, la masturbación es un mal menor, y los ancianos y discapacitados son una parte de la población para quienes la sexualidad es algo que no va con ellos.

El tema que nos ocupa es la sexualidad en personas con discapacidad física, al respecto Chipouras (citado por Delfín en 1994 y por Cabello 1996) enumera los mitos sobre la sexualidad de las personas con necesidades físicas especiales:
• Los minusválidos son असेक्सुँडोस

• Los minusválidos dependen de los demás y son como niños por lo que necesitan que se les proteja
• La incapacidad física genera incapacidad sexual
• Los minusválidos deberían hacer su vida y casarse con personas como ellos.
• Es esencial para la satisfacción sexual que el coito termine en orgasmo.

• Si un minusválido tiene un problema sexual casi siempre es resultado de su padecimiento.
• Si una persona normal se relaciona con un minusválido es porque el primero no es atractivo para nadie.

Cuando leemos estas afirmaciones y sabemos que efectivamente son muchas las personas que comparten alguna de ellas. Entendemos la exclusión sexual a la que se ve sometida esta población.
Este tipo de mitos y creencias erróneas menosprecian la sexualidad entendida de una manera diferente al estándar y convierte a personas que podrían disfrutar de una sexualidad muy satisfactoria en seres asexuados o lo que es peor en “enfermos desesperados” que a pesar de su problema, aun tienen ganas de pensar en el sexo। Nada más alejado de la realidad, la sexualidad existe en todos nosotros desde el momento en que nacemos y no termina hasta que morimos. Somos seres sexuales independientemente de nuestra procedencia, raza, ideología, edad o condición física.


Fruto del interés científico, el aumento de la consideración hacia la sexualidad, así como las reivindicaciones de personas con necesidades físicas asociadas, hoy día se consideran 5 puntos como DERECHOS SEXUALES DE LAS PERSONAS CON NECESIDADES FÍSICAS ESPECIALES. (Chigier 1972, 1995):

1. Derecho a recibir información sobre sexualidad.
2. Derecho a recibir educación sexual.
3. Derecho a expresarse sexualmente.
4. Derecho a la maternidad/paternidad.
5. Derecho a tener acceso a servicios de ayuda.
Pero a pesar de la importancia de llegar a este punto, de llegar a plasmar y reconocer ciertos derechos sexuales, la realidad es que queda mucho por construir.
Siguen siendo numerosas las personas con discapacidad física que no tienen acceso a la información sexual que necesitan o a la atención sexológica que requieren.

Iniciativas como esta página www.sexualidadydiscapacidad.blogspot.com/o el teléfono de atención gratuito que ofrece: 800 400 300 son, sin duda, avances significativos para lograr que los citados derechos no sean únicamente buenas intenciones, sino también realidades palpables. Recordad, mientras sigamos vivos, podremos disfrutar de nuestra sexualidad.

El arte de acariciar


Acariciar es un arte। Es muy importante aprender a acariciarse y a dejarse acariciar. No se debe concentrar únicamente en las zonas erógenas comunes, ya que su piel está compuesta de una infinidad de puntos sensibles que deber descubrir día tras día.


Acariciarse suavemente con sus labios y su lengua los lóbulos de las orejas, continuando por el cuello, alrededor de su boca, la nariz y sus mejillas। Continúe por su pecho, siguiendo lentamente sus curvas. Párese en los pezones, chupándolos y lamiéndolos con dulzura. Siga deslizando sus labios por la espalda, los costados, el vientre, la zona anal, la zona interna, los muslos, la parte trasera de las rodillas, el ombligo, los pies, etc...


También es importante morder de vez en cuando todas las zonas descritas anteriormente pero siempre con mucha delicadeza y observando la reacción de su pareja। Muchas personas disfrutan de estos mordiscos incluso durante el acto sexual.


La estimulación por pellizcos es muy gratificante y se debe realizar a través de gestos breves y simples, por todo el cuerpo de la pareja। Normalmente se utilizan los dedos pulgar e índice de la mano, aunque también es posible realizarlos con los labios. En ambos casos hay que ser extremadamente delicado en su ejecución para así obtener el efecto de excitación deseado.


Cabellos: El estímulo del cuero cabelludo produce un relax muy placentero al comienzo de la relación।


Orejas- El lóbulo de la oreja, la cavidad del pabellón auricular y la zona de detrás de la oreja aumentan su sensibilidad durante la excitación sexual, pero también como prólogo resultan muy sensibles a la estimulación oral


Ojos: Los nervios parasimpáticos de los párpados pueden ser estimulados con algunos besos suaves sobre los ojos cerrados, produciendo una relajación que hace más sensible la relación।


Boca y lengua: La sensibilidad de los labios aumenta con la excitación haciéndolos muy sensibles al roce y la caricia de otros labios। La lengua permite un juego activo con las diferentes zonas del cuerpo.


Nuca, cuello y hombros: Con las manos o la boca se pueden estimular estas zonas de especial sensibilidad produciendo los placenteros escalofríos ।


Zona axilar y cara interna del antebrazo :La estimulación manual suave resulta placentera en esta zona, pero siempre que se evite producir cosquillas. Como extensión de la línea mamaria requiere una estimulación muy suave.


Dedos :Su receptividad nerviosa es utilizada continuamente para sentir las texturas, formas y rugosidades de las cosas। Esta sensibilidad los convierte en un medio muy adecuado para sentir el cuerpo de la pareja.


Parte interna del codo :De carácter secundario y muy lento tiene utilidad en combinación con otras zonas, pero no de forma independiente।


Cintura y cadera :Acariciando suavemente toda la superficie de estas partes se produce una estimulación suave que puede combinarse con otras de mayor intensidad।


Espalda: A los lados de la columna vertebral se localizan una serie de nervios que pueden estimularse de forma muy efectiva por medio oral o manual, siempre en sentido ascendente o descendente। Frente al hueso sacro existe una zona más sensible que el resto.


Perineo: La zona comprendida entre los órganos genitales y el ano resulta sensible a la estimulación manual।


Ano: De gran sensibilidad tanto en el hombre como en la mujer, su estimulación sensibiliza toda la plataforma orgásmica.